lunes, 9 de diciembre de 2013

Erasmuseando, con Carlos Millán Luque

Erasmuseando es una sección en la que nos acercamos, a través de un cuestionario, a estudiantes que se encuentran de Erasmus en universidades de otros países para conocer sus puntos de vista sobre el Programa Erasmus, sobre el lugar que los ha acogido y sobre sus propias vivencias.
En esta ocasión, nuestro protagonista es Carlos Millán Luque, estudiante del Grado de Química de la Universidad de Córdoba, que desarrolla su Programa Erasmus en la Universidad de Uppsala, en Suecia.


1. En tu opinión, ¿por qué es importante el Programa Erasmus?
Básicamente, te hace crecer mentalmente a una velocidad increíble, ya que nada más bajarte del avión te encuentras solo en un país en el cual hablan otro idioma, tienen otras costumbres y tienes mil preguntas sin solucionar que tienes que solucionar por ti mismo buscando la mejor manera para hacerlo.

2. ¿Qué aspectos crees que deben mejorarse en el Programa Erasmus?
Quizá unos de los aspectos es el dinero, no ya por su cuantía, que también, sino por la rapidez para ser ingresado en tu cuenta, ya que hay alumnos que han vuelto a España y todavía están esperando una parte. Esto es un problema si no dispones de dinero anterior para pagarte los gastos de los primeros meses.

3. ¿Llega la cuantía de la beca para sufragar los gastos de tu estancia en ese país?
Todavía no sabemos cuál será la cuantía exacta, pero será entre unos 400 y 500 euros mensuales, teniendo en cuenta que mi estancia en este país es de 10 meses y lo máximo que pagan es para 9 meses.
Suecia es uno de los países más caros de Europa, solo la residencia vale 420 euros mensuales (mi residencia es la más barata de la ciudad), una barra de pan no baja de 1,50 €, y los productos frescos tienen precios desorbitados; por ejemplo, el pollo sin congelar puede llegar a los 17 euros el kg. Viviendo de forma ahorrativa, el gasto al mes no suele bajar de los 850 euros, por lo que las becas Erasmus se quedan cortas para sufragar los gastos.

4. ¿Cuáles son las diferencias culturales y de costumbres entre España y el país en que estudias que más te han llamado la atención?
La principal es, claramente, la facilidad que tenemos los españoles para relacionarnos con el resto de los estudiantes de otros países. Un sueco estándar es más reservado, no se abre a la gente tan fácilmente como sí lo haría un estudiante del sur de Europa como España e Italia, de ahí la expresión hacerse el sueco.
Esto no significa que te ignoren si les preguntas algo, todo lo contrario, están siempre encantados de ayudar al que lo necesite. En mi caso hubo un día en el que tenía que comprar un ticket y a la máquina no le funcionaba el modo inglés, pregunté a un hombre sentado en la estación si me podía ayudar y se levantaron él y otro señor sentado a su lado solo para ayudarme a sacar el ticket.
Otra diferencia clarísima con respecto a España es la confianza que tienen los suecos de que no van a ser robados ni nada por el estilo. Las casas no tienen muros ni rejas en las ventanas, las bicis están todas aparcadas en la calle con un simple candado en la rueda de atrás.
En este país todo el mundo tiene un respeto enorme por el medio ambiente, la basura es separada de forma perfecta, llegando a separar entre 8 cubos diferentes, diferenciando incluso entre el color del vidrio. El primer día nos explicaron en la universidad que el 20% de la energía que usa el país proviene solo y únicamente de la biomasa obtenida principalmente de esta selectiva recogida. El 70% de la población usa la bicicleta en un país donde la temperatura es relativamente baja, hay más carriles para las bicicletas que para los coches puesto que estos son minoría.

5. ¿Cuáles son las principales dificultades que has encontrado al llegar al país de destino?
Suecia es un país donde te lo dan todo mascado si eres estudiante universitario; desde antes de salir de España ya tenía habitación, cuando llegué tuve transporte pagado por la universidad desde el aeropuerto a la residencia y todas las asignaturas asignadas y registrado.
Quizá las únicas dificultades que he tenido, si se pueden considerar dificultades, es dónde comprar una bici de segunda mano, dónde pagar la residencia y acostumbrarme a los precios suecos.

6. ¿Qué destacarías del sistema universitario del país en que estudias?
Se encuentra a años luz del sistema universitario español. Para el gobierno sueco sus estudiantes son su futuro y por eso la universidad cuenta con todos los recursos que necesite, sin importar el precio; está increíblemente equipada. Obviamente, un sueco no sabe lo que es pagar por ir a la universidad.
La universidad está abierta todos los días de la semana y, realmente, no sé hasta qué hora, puesto que tenemos una tarjeta con código que abre las puertas de la universidad y no hay nadie vigilando para cerrar.
Las clases son todas de grupo reducido y dentro de la misma asignatura suelen tener entre 4 o 5 profesores que están especializados cada uno en una rama específica.
La primera vez que llegué a la universidad me pareció todo un lujo: por ejemplo, si no hay un libro en la biblioteca para ti, simplemente lo pides y lo compran para que puedas disponer de él. En mi caso, los laboratorios estaban completamente equipados con todo lo que necesitas y más.
El sistema sueco está basado en el autoaprendizaje, en este momento tengo un laboratorio solo para mí para hacer mis proyectos allí. Por supuesto, tengo que seguir el guión, pero la profesora nos indicó que si queríamos cambiarlo y hacerlo de la forma que nosotros pensáramos que estaría mejor que lo hiciéramos, que puedo usar todo el material que quiera.

7. ¿Te has introducido en instituciones y organismos del país de acogida?
Todos los estudiantes estamos registrados dentro de las llamadas “Nations”; son edificios donde tanto los trabajadores como los que pueden entrar son solo estudiantes y tienen cafetería, biblioteca, discoteca, salas para estar con el ordenador o simplemente hablando.
El gobierno sueco te obliga a registrarte en su sistema de extranjeros, que indica que estás viviendo por un período mayor de 3 meses. Al registrarte te dan un “Pin number” que te da acceso a trabajar de forma legal para trabajos a pequeña escala como puede ser en tu "Nation" o repartir publicidad.

8. ¿En qué crees que te ayudará el Programa Erasmus en tu formación universitaria, profesional y personal?
El estudiar en este país me está ayudando a aprender a hacer las cosas por mí solo, sin mirar cómo lo hace otro. Con más prácticas de las que tendría en España. También ayuda a acostumbrarse a trabajar con personas de todo el mundo.

9. ¿Has aprendido la lengua al nivel que esperabas?
El idioma que he mejorado es el inglés; yo llegué aquí con el nivel del famoso B1 que, desde aquí, quiero decir que sirve para bien poco fuera de España.
Suecia es un país donde desde la persona más adulta hasta niños de secundaria saben desenvolverse en inglés sin ningún problema, la universidad es totalmente en inglés, así que el sueco solo lo escucho un 10% del tiempo. Mucha gente ha dado un curso intensivo de sueco, pero me han comentado que se olvida rápidamente, dado que no se practica porque los mismos suecos quieren presumir de su nivel de inglés.

10. Sé autocrítico contigo mismo e indica algún aspecto que piensas que podrías haber aprovechado mejor en tu estancia en la Universidad en la que estás de Programa Erasmus.
Quizá uso poco algunos recursos como la biblioteca o el servicio Scifinder, que es un sistema donde están compradas todas las licencias de todas las revistas científicas más importantes del mundo. Nos comentó el profesor que les cuesta 5 millones de coronas suecas, unos 562.000 euros al año, comprar estas licencias. Este sistema en la Universidad de Córdoba está bastante restringido y quizá esta sea una oportunidad única para usarlo.

Uppsala, con unos 200 mil habitantes y situada a 78 km al noroeste de Estocolmo, es la cuarta ciudad de Suecia. Su universidad es la mayor y más antigua de Escandinvia, fundada en 1477. Entre sus estudiantes, profesores e investigadores más destacados se encuentran el astrónomo Anders Celsius, el botánico y zoólogo Carl von Linné, los Premio Nobel de Medicina Allvar Gullstrand, Robert Bárány y Hugo Theorell, los Premio Nobel de Literatura Erik Axel Karlfeldt y Pär Fabien Lagerkvist, los Premio Nobel de la Paz Natham Söderblom, Alva Myrdal, Hjalmar Branting y Dag Hammarskjöld, los Premio Nobel de Química Theodor Svedberg, Arne Tiselius y Svante August Arrhenius, o los Premio Nobel de Física Manne Siegbahn, Kai Siegbahn y Hannes Alfvén.

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