martes, 20 de enero de 2015

Programa José Saramago, por Víctor Pena

Programa José Saramago, por Víctor Pena Tejada, profesor de Lengua Castellana y Literatura del IES Odón Betanzos Palacios de Mazagón (Huelva).

Integrado en el Plan de Fomento del Plurilingüismo, el Programa “José Saramago” para la Implantación del Portugués como Segunda Lengua Extranjera funciona con carácter experimental desde el curso 2010-2011 en seis Institutos de Educación Secundaria: los IES González de Aguilar y Guadiana, de Ayamonte; Galeón y Padre José Miravent, de Isla Cristina; y El Sur y La Arboleda, de Lepe. A estos centros se añadieron durante el curso 2013-14 otros tres, ya en localidades más alejadas de “la Raya”(o “a Raia”), que es el nombre dado a la frontera entre España y Portugal por los habitantes de las poblaciones limítrofes a ambos lados de la misma. Dichos centros de incorporación más reciente son el IES Odón Betanzos Palacios, de Mazagón; el IES Christine Picasso, de Málaga, y el IES Valle del Azahar, de Cártama (también en la provincia de Málaga). Para el próximo curso se prevé la incorporación de nuevos centros en la ciudad de Huelva y su zona metropolitana (concretamente, en Corrales). Todos los centros participantes en este Programa cuentan con el apoyo de un auxiliar de conversación nativo y son considerados “centros de atención preferente” para la participación en programas educativos internacionales, agrupados desde el curso pasado en las “Acciones Clave” de Erasmus+.
Estamos, por tanto, en el transcurso del quinto año de implementación de un programa que, a pesar de los prejuicios relacionados con la propia lengua portuguesa aún vigentes entre los españoles, va obteniendo resultados más que satisfactorios.
Como acabamos de señalar, existe un tradicional prejuicio que nos ha hecho pensar que el portugués es una lengua de segunda categoría; que no merece, ni por entidad cultural, política o económica, ni por razones prácticas, una atención seria. De hecho, es muy probable que en estos momentos alguno de los lectores de este artículo estén diciéndose a sí mismos con aire de suficiencia “¡Si el portugués se entiende sin estudiarlo!”. No vamos a tratar de rebatir ese preconcepto, que inmediatamente queda desmentido al visitar el país hermano. Es un esfuerzo vano tratar de convencer a los que, instalados en ideas preconcebidas, consideran pericia propia lo que en realidad es natural amabilidad en los portugueses (que no sólo nos entienden mejor de lo que nosotros los entendemos, sino que siempre están dispuestos a hacerse entender hablando más despacio o propiciando el acercamiento “aos irmãos espanhóis” a través de ese “portuñol” hablado en las localidades rayanas o en las grandes ciudades). Afirmaremos, por contra, que hay muchas razones para que el alumnado del sistema educativo andaluz cuente dentro de su oferta educativa con la lengua portuguesa, a la par de la francesa, la italiana y la alemana, también presentes como segundas lenguas extranjeras.
Dichas razones podrían sistematizarse del modo siguiente:


a) Razones de carácter personal y formativo.
Partiendo de que el aprendizaje de cualquier lengua extranjera es positivo porque permite aumentar las capacidades lingüísticas del que aprende, es evidente que el portugués tiene grandes ventajas para nosotros. En primer lugar, aumenta nuestra competencia para el aprendizaje de otras lenguas, pues su riqueza fonética, superior a la del español, hace que sea un buen punto de partida para aprender los sonidos difíciles de otras lenguas extranjeras. Es reconocida la facilidad de los portugueses para aprender lenguas extrajeras y se ha tratado de explicar a través del hecho de que apenas existe el doblaje en cine y televisión. Este factor, siendo cierto, no justifica por sí solo dicha predisposición para el aprendizaje lingüístico, que hay que fundamentar más bien en la riqueza fonética del portugués (con más sonidos vocálicos y consonánticos que el español, una lengua fonéticamente más simple). Pero, al tiempo, y frente a las lenguas tradicionales de nuestro sistema educativo (francés e inglés), el portugués proporciona al alumnado un plus de motivación, ya que, al ser una lengua próxima al castellano, permite, sobre todo en los niveles iniciales,  un aprendizaje más rápido y con un menor esfuerzo.
b) Razones de carácter geográfico.
La primera de estas razones es su extensión. El portugués no es ninguna lengua minoritaria: con más de 250 millones de hablantes, es la quinta lengua materna más hablada del mundo y la tercera de entre las occidentales, tras el inglés y el castellano. Junto a ello, el portugués es también una lengua cercana y, por ello, disponible; que ofrece una posibilidad mayor de ser usada en contextos reales. Esta cercanía propicia mayor disponibilidad de programas de intercambio y de profesorado nativo.
c) Razones de carácter económico y laboral.
El portugués es una lengua emergente en el ámbito económico y político. El conocimiento de la lengua portuguesa es un buen dato para incluir en el currículo, tal y como lo demuestran los siguientes datos extraídos de EXTENDA (Agencia Andaluza de Promoción Exterior). Desde el año 2011, y a pesar de la crisis económica que ha golpeado con dureza a ambos países, España es el primer cliente de Portugal (25% de las exportaciones portuguesas) y también su primer proveedor (el 31% de las importaciones portuguesas provienen de España, lo que ha convertido a Portugal en uno de los principales destinos de productos españoles). España es, tras Holanda, el segundo país en inversión directa extranjera de Portugal. Y, por comunidades autónomas, Andalucía (tras Madrid, Cataluña y Galicia) es la cuarta comunidad que más exporta a Portugal.
Por si estos datos fueran insuficientes, hemos de tener en cuenta otro país, que es el primero en número de hablantes de portugués y una potencia emergente. Nos referimos, claro, a Brasil: España es, tras EEUU, el segundo inversor extranjero en Brasil. Andalucía ocupa el cuarto lugar en el ranking de comunidades exportadoras a Brasil: la inversión de empresas andaluzas en Brasil alcanzó en 2011 su máximo histórico con una tasa de crecimiento del 93,5% y se ha triplicado en los últimos cinco años.
A todas estas razones de carácter práctico hay que añadir otras, no menos importantes, que tienen que ver con lo afectivo y lo vivencial. Portugal y España han sido tradicionalmente países que  han vivido de espaldas. En los últimos años, sin embargo, se han venido superando las visiones negativas cargadas de superioridad vana por parte de España y de incomodidad y desconfianza por parte de Portugal (famoso era el dicho portugués según el cual, de España “nem bons ventos, nem bons casamentos”). Portugal, especialmente sus dos grandes ciudades de Lisboa y Oporto, se ha convertido en un país de moda y somos muchos los españoles cautivados por el patrimonio cultural y natural, por su literatura y su modo vida, por su carácter apacible…
Todas las razones expuestas, y más que no citamos por no hacer aún más larga esta colaboración, justifican el desarrollo del Programa José Saramago, cuyo nombre no es casual, pues el nobel portugués supo encarnar también una de las aspiraciones compartidas por sectores intelectuales de ambos países desde el siglo XIX: el iberismo, como mentalidad superadora de las diferencias en favor de una entidad supranacional que mejorase ambos países.
Desde el año 2010, profesores de las más variadas materias (desde Matemáticas a Lengua Castellana, pasando por Biología, Francés, Inglés o Geografía e Historia) con habilitación lingüística para impartir también Portugués y una pasión común por Portugal, que les llevó a estudiar su lengua y su cultura, vienen trabajando en la ampliación de la oferta lingüística del sistema educativo andaluz, siguiendo la estela de otras comunidades autónomas, como Extremadura, que han sido pioneras en este ámbito y que han llegado a desarrollar hasta programas divulgativos en su televisión regional para favorecer el aprendizaje de la lengua de Pessoa y Camões, de Lobo Antunes y de Jorge Amado, del fado y del bossa-nova…
Para favorecer la formación específica del profesorado andaluz, se han promovido diferentes encuentros pedagógicos entre los centros del profesorado de Huelva-Isla Cristina, en Andalucía, y de Lagos, en el Algarve, que han tenido lugar en cuatro sesiones celebradas en Lepe, Lagos y Mazagón, y han dado lugar a enriquecedores intercambios de experiencias que han proporcionado estrategias y materiales muy útiles para la labor de enseñar portugués como segunda lengua extranjera. Junto a ello, existen redes colaborativas, entre el profesorado andaluz, que han cristalizado en la formación de grupos de trabajo, y con profesores de Portugués de otros países, a través del impulso de acciones transnacionales mediante la utilización de entornos virtuales como eTwinning.
Son sólo las primeras actividades en una singladura que no ha hecho más que empezar y en la que aún somos pocos, pero firmes y convencidos. Saramago utilizó la imagen de una “jangada de pedra” (balsa de piedra) a la deriva para simbolizar la situación histórica de la península Ibérica en relación con el resto de Europa. Sería bueno que los navegantes de esta balsa de piedra nos encontrásemos y nos reconociésemos tras siglos de desencuentros  y encontronazos. El conocimiento mutuo de nuestras lenguas peninsulares puede ser el camino. Y no sólo en nuestra relación con Portugal.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, soy Yolanda Écija, y quería felicitarte Víctor por este artículo, porque nos da una visión muy distinta de la que hasta ahora tenemos muchas personas. Facilitas datos que realmente sorprenden porque nunca nos han llegado ni nos hemos molestado en conocer. Desde que, afortunadamente, mi hija eligió el portugués como segunda lengua, mi opinión sobre la misma ha cambiado considerablemente, por supuesto, para bien.
Gracias por compartir con nosotros esta información y espero que cada año tengas más alumnos.

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