martes, 9 de junio de 2015

Bilingüízate, con Araceli Molina Blázquez

Bilingüízate es una sección en la que nos acercamos, a través de un cuestionario, a profesores, profesoras, padres y madres de alumnos de centros educativos bilingües o que se plantean serlo para que nos cuenten sus experiencias y opiniones sobre este Plan de Plurilingüismo.
En esta ocasión, nuestra protagonista es Araceli Molina Blázquez, Profesora de Geografía e Historia del IES Marqués de Comares de Lucena, centro bilingüe inglés.

1. En tu opinión, ¿en qué medida ayuda el Plan de Plurilingüismo escolar a mejorar el nivel de idiomas de la población? ¿Es suficiente o considerarías necesarias otras medidas de carácter social, cultural o económico?
Sin duda, el Plan de Bilingüismo ha elevado el conocimiento de otros idiomas entre el alumnado de los centros que se han acogido a él. Los alumnos adquieren un vocabulario que no se suele trabajar en las clases de idiomas (tecnicismos relacionados con las ciencias naturales, la geografía, la historia, las matemáticas, etc) y practican de forma habitual expresiones y giros de carácter general propios del lenguaje expositivo. Además aprenden a analizar y a describir procesos en una lengua distinta de la propia, lo que contribuye en general a aumentar su competencia en comunicación lingüística.
El resultado todavía es mucho mejor en aquellos alumnos que reciben además un refuerzo fuera del centro (p.ej. en academias o clases particulares), quienes llegan a tener un conocimiento bastante elevado de la otra lengua (inglés, francés, etc) antes de finalizar la ESO. Pero esta mejoría en el nivel de conocimiento se constata incluso en alumnos con alguna dificultad de aprendizaje, ya que,a diferencia de los que no participan en el programa, tienen contacto con un asistente lingüístico varias clases a la semana.
Por supuesto, cualquier otra medida que potencie el contacto del alumnado del Plan de Bilingüismo con el idioma que se está aprendiendo (intercambios, estancias en colonias de inmersión lingüística, ayudas específicas para este alumnado, etc) es siempre muy positiva, pero requiere un dotación económica por parte de la administración.

2. Destaca los principales aspectos positivos y negativos que para ti tiene el Plan de Plurilingüismo y la existencia de centros educativos en los que se imparten enseñanzas bilingües.
Como aspecto positivo destacaría el buen nivel que el alumnado alcanza en la nueva lengua que está aprendiendo.
Como aspecto negativo el hecho de que el Plurilingüismo supone una carga adicional de trabajo para los profesores que participan en el plan, además de la obligación de perfeccionar y actualizar el conocimiento del idioma en cuestión.
Por lo demás, aspecto controvertido es el hecho de que en aquellos centros en los que no todas las líneas son bilingües se produzca necesariamente una selección del alumnado, ya que son los alumnos con mejor nivel curricular los que optan por este plan. Ello genera una falta de homogeneidad en los grupos resultantes, al menos en las materias que en cada nivel están acogidas a dicho plan. De este modo se pueden incluso ocasionar conflictos entre el profesorado, pues los profesores que imparten clase en los grupos bilingües tienen a priori un alumnado con mayor competencia, más trabajador y menos problemático. Además en muchos casos es profesorado interino el que se hace cargo de las enseñanzas bilingües, mientras que el profesorado definitivo del Centro imparte clase a los alumnos que quedan fuera del plan. Este problema se soluciona al implantar el plan en todas las unidades de cada nivel, pero a su vez esta solución puede motivar desplazamientos del profesorado adscrito al Centro. La cuestión no es, pues, fácil.

3. ¿Crees que las enseñanzas bilingües deberían ser impartidas por docentes extranjeros? ¿Es adecuada la formación bilingüe del profesorado español? ¿De qué manera la mejorarías?
En absoluto. Dominar otro idioma no implica conocer una materia. En mi opinión, los profesores del Plan de Plurilingüismo podrían ser extranjeros siempre que en el concurso oposición no haya sido el conocimiento del idioma el factor fundamental de su selección.
Uno de los mayores dilemas del plurilingüismo es tener que elegir entre el uso del idioma o el nivel al que se imparte la materia. Hay que mantener el equilibrio para no terminar convirtiendo una clase de matemáticas o de historia en una clase de inglés o francés.
La formación del profesorado va siendo más adecuada a medida que se incorporan al plan profesores nuevos, que deben acreditar el nivel B2. Al principio el requisito lingüístico era sólo el B1 y se utilizó al profesorado que ya lo tenía o que estaba dispuesto a obtenerlo. En la actualidad, al exigirse el B2 pese a lo inicialmente establecido, muchos de estos profesores quedarán fuera del mismo.
No ha sido fácil el acceso a la formación y siempre ha dependido de la voluntad y el esfuerzo del profesorado. La formación se ha realizado siempre a título personal y sin contar apenas con apoyo por parte de la Administración, que prácticamente se ha limitado a fijar los plazos para adquirirla.
A este respecto sería muy importante que también el profesorado pudiese disponer de más tiempo con los asistentes lingüísticos, de modo que colaborasen en el perfeccionamiento de su formación. Sin embargo en los últimos años la disponibilidad de estos asistentes es cada vez menor y su horario se está compartiendo incluso entre varios centros.
En suma habría que facilitar la formación a los profesores que ya tienen destino en los centros y que así lo quieran, quienes, por otra parte, no tienen ningún tipo de incentivo por participar en este plan. Como siempre, la aplicación de este plan se está basando en la buena voluntad de los docentes.

4. ¿Qué influencia has observado en la formación del alumnado bilingüe y qué diferencias has encontrado con la del no bilingüe?
Como ya se ha explicado, en las asignaturas bilingües el alumnado suele tener mayor nivel de competencia curricular, menos problemas de comportamiento y más predisposición al trabajo, lo que permite un mejor aprovechamiento de las clases y se traduce en que, pese a utilizar parte de las clases en la enseñanza de otra lengua, la programación didáctica de la materia avanza más y se cumple mejor que en los grupos no bilingües del mismo nivel, cosa que he podido constatar en mi propia experiencia docente al impartir simultáneamente clase en dos grupos de un mismo nivel, uno bilingüe y otro no bilingüe.
 
5. Menciona motivos a favor y en contra que consideres que un docente debe tener en cuenta para hacerse bilingüe.
 A favor el enriquecimiento personal, afrontar una nueva experiencia profesional, disfrutar de alumnos generalmente muy motivados y con buen nivel, e incluso el hecho de no ser desplazado de tu puesto de trabajo o evitar que lo sea alguno de tus compañeros de departamento didáctico.
En contra la carga de trabajo adicional, el esfuerzo para formarte y para tener que utilizar durante tu práctica docente otra lengua, la poca ayuda de la administración y el poco reconocimiento obtenido. En muchas ocasiones impartir clase en los grupos bilingües de la ESO, especialmente en los centros en que el plan no se aplica a todas las unidades de cada nivel y hay poco profesorado adscrito al mismo, significa tener muchos niveles o no poder elegir otros grupos que se deseen, por ejemplo Bachillerato.

6. Valora la evolución del Programa Bilingüe desde su implantación y haz propuestas para su desarrollo futuro.
Ciertamente, el Programa Educativo del Bilingüismo ha ido mejorando en algunos aspectos. Hay mucho más material didáctico y de apoyo que cuando comenzamos, allá por el curso 2007/2008. Casi todas las editoriales cuentan con este tipo de recursos. Al principio estos materiales eran elaborados por los propios profesores implicados en el programa, con poca ayuda y coordinación por parte de la Administración. En los cursos de formación en los que se producía algún contacto entre centros, éstos se limitaban a mostrar parte de lo realizado, pero no había un auténtico intercambio de material.
Actualmente hay también más profesorado formado, pero en su mayoría son profesores interinos porque sólo algunos de los que empezamos a formarnos hemos continuado hasta obtener el B2.
Sin embargo, al principio era mucho mayor la disponibilidad de asistentes lingüísticos, y por tanto la ayuda tanto para formar a través de este medio al profesorado y al alumnado. En la actualidad en el centro en el que imparto clases sólo se dispone del asistente lingüístico durante treinta minutos cada dos semanas por materia, frente a la hora semanal por materia de los cursos iniciales.
En conclusión, para mejorar deberíamos contar con un mayor apoyo de la administración en recursos y formación continua. Hasta hora el mejor o peor funcionamiento de este proyecto ha dependido, como suele ser habitual en este tipo de iniciativas del interés tanto de los coordinadores como del profesorado.

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