Cipión y Berganza van a la escuela. Manuel del Árbol 2


2. Los actuales programas de diversificación curricular desaparecen siendo sustituidos por programas de mejora del aprendizaje y el rendimiento, ¿serán suficientes estos programas para que estos alumnos puedan incorporarse con garantías a cuarto de ESO y poder continuar sus estudios posteriores?

Se adelanta a Segundo de E.S.O. en vez de Tercero, lo que no me parece mal. Es una ventaja todo lo que pueda atajar el problema lo antes posible. Sin embargo no se especifica el modo de aplicación, y en la enseñanza tenemos mucha experiencia en estupendas normas escritas que luego no funcionan porque se les resta dinero y recursos, se “retuercen” las palabras que contienen al límite del fraude de ley –si no claramente rebasado- hasta dejarlas, en la práctica, inservibles.
La norma actual era “perfecta” cuando salió. No hablaba de límites, pero luego se limitaron los grupos a uno en Tercero y otro en Cuarto (sin importar el tamaño del centro y dejando al margen los centros concertados). Ya se planteaban recortes y agravios. Unos centros eran pequeños, con un grupo por nivel y otros, como son los de Montilla, tenían cuatro grupos, cuatro veces más alumnado. Luego se implantó la nueva “autonomía organizativa” que permitía muchas actuaciones pero siempre sujetas a recursos de personal cada vez más estrechos. La norma sigue siendo perfecta, pero cada vez más difícil de aplicar. Por cierto, no hay autonomía pedagógica sin los recursos adecuados. O sea, la autonomía es inversamente proporcional a los recursos del centro.
Me preocupa lo que indica la LOMCE en la redacción del artículo 27.3: “Estos programas irán dirigidos preferentemente a aquellos alumnos que presenten dificultades relevantes de aprendizaje no imputables a falta de estudio o esfuerzo”. Simplificando mucho diría que concurren tres elementos, al menos, en la educación de los chavales y chavalas: la familia, la escuela y los agentes de decisión económico, político y social. Los recientes resultados del estudio PIRLS, junto a los resultados del PISA, dicen que el nivel de fracaso o dificultad en Segundo de Primaria es similar al que se muestra en Segundo de ESO. Durante todo ese periodo está el alumnado en la escuela. Infiero que nuestra intervención en los problemas de aprendizaje tiene un efecto muy relativo, como si existiera predeterminación, que parece sinónimo de fracaso del sistema. Y e3s que hay elementos externos contra los que no podemos enfrentarnos y que en su mayor parte son extraños al sistema educativo. Yo considero dos aspectos que influyen neutralizando una mejora en los resultados académicos. Uno es la continua intervención de los legisladores generalizando las medidas que se les ocurren dificultando una intervención de profesionales. La otra es la falta de interés de las familias: un modelo de sociedad ajena en buena parte a la cualificación y la preparación de los jóvenes. La escuela es eficaz como agente de cambio pero muy insuficiente cuando el problema es más grave, como el rechazo de las familias a colaborar con el entorno educativo. Por todo esto no entiendo lo del artículo 27.3.
Nuestra experiencia actual es que los Programas de Diversificación Curricular suelen dar respuesta favorable al alumnado. Permiten prevenir el abandono o lo incorporan eficazmente al sistema educativo. Bien es cierto que pocos son los que pueden continuar estudios de Bachillerato. Es una medida en la que el centro educativo, concretamente la actitud del equipo de profesorado, y el esfuerzo del alumnado son la base del éxito. Por lo tanto, con la falta de información de que disponemos, no hay motivos para afirmar que sea mejor o peor de lo que hay actualmente.

0 comentarios:

Publicar un comentario