6. ¿Qué opinión tiene sobre el
nuevo papel que el anteproyecto de ley le otorga a la dirección de los
centros educativos y a la especialización de los mismos?
Mis creencias me llevan a suscribir las ideas siguientes de Michael Fullan (profesor emérito del Ontario Institute for Studies in Education of the University of Toronto), sobre la dirección de un centro educativo:
- El director y la directora deberán dedicar su tiempo sobre todo a las personas:
- Estableciendo unos pocos objetivos claros, comunicados y recordados.
- Esperando lo mejor de las personas y relacionándose desde lo positivo de cada uno.
- Prestando especial atención al mundo de las emociones y personalizando el reconocimiento.
- Siendo capaz de contar historias expresando a través de ellas su misión, su visión, su compromiso y sus valores compartidos.
- Celebrando juntos el éxito colectivo y personal.
- Dando siempre ejemplo personal.El otro bloque de ideas sobre la dirección que quisiera compartir con los lectores y las lectoras es fruto de mis años de experiencia en la coordinación de centros educativos y vienen a decir que cualquier proyecto de trabajo que se vaya a desarrollar desde la dirección debe partir de la situación actual para, tratando de conectar con los intereses y las aspiraciones de los distintos estamentos, promover un conjunto de propuestas que:
- Sean respetuosas con las creencias y las aspiraciones de cada uno de los sectores de la comunidad educativa, y proclives a decantar proyectos compartidos.
- Ayuden al profesorado, el alumnado, los padres y el personal no docente a resolver los problemas educativos que les afectan, facilitándoles la realización de sus proyectos.
- Faciliten apoyo y recursos para el aula, el estudio y el trabajo diario.
- Contribuyan a mejorar el funcionamiento de los equipos docentes, los departamentos y los demás órganos colegiados.
- Incidan sobre la mejora de la convivencia en el aula y en el centro, y sobre el aprovechamiento educativo de las clases.
- Permitan a toda la comunidad educativa participar e implicarse en la definición de los problemas del centro y en su solución.
- Faciliten la progresiva mejora del instituto en su conjunto así como la construcción de un proyecto de centro que propicie una comunidad educativa con un profesorado, un alumnado, unos padres y unas madres y un personal no docente más feliz, más satisfecho y, como consecuencia, más realizado, más motivado y más comprometido.
No es fácil componer un programa de trabajo que, inspirado en los principios anteriores, desarrolle en la práctica un conjunto de objetivos acorde. Complicado resulta, también, materializar los objetivos en un corto periodo de tiempo sin la colaboración de la mayoría de las personas implicadas y afectadas. En este sentido, conviene resaltar que cualquier programa de dirección debe concebirse como un proyecto cooperativo y dinámico. El programa de dirección de un centro debe entenderse, por tanto, como un marco de referencia con entidad y valor en si mismo, pero abierto a su revisión y a la incorporación de ideas y actuaciones que lo mejoren y lo acerquen a un proyecto de dirección compartido por la mayoría y, a ser posible por todas las personas que formamos parte de la comunidad educativa.
Los directores y las directoras necesitan medios para que las ideas de Fullan y las que surgen de las buenas prácticas de los directores, las directoras y el profesorado se puedan aplicar en función de la autonomía de los centros sin tanta burocracia administrativa ya que centros, directores, directoras y profesorado cuentan con la confianza de las administraciones y de la sociedad.
Por otra parte, creo que la mayoría de los docentes piensan que frente a la especialización de los centros y el “directivivismo administrativo y político”, gana por goleada la suma siguiente: (centros iguales) + (con profesionales bien formados y bien seleccionados) + (con profesorado suficiente y profesorado de apoyo) + (centros bien equipados) + (con profesorado cohesionado que trabaja en equipo y que está motivado y comprometido) + ……
- El director y la directora deberán dedicar su tiempo sobre todo a las personas:
- Estableciendo unos pocos objetivos claros, comunicados y recordados.
- Esperando lo mejor de las personas y relacionándose desde lo positivo de cada uno.
- Prestando especial atención al mundo de las emociones y personalizando el reconocimiento.
- Siendo capaz de contar historias expresando a través de ellas su misión, su visión, su compromiso y sus valores compartidos.
- Celebrando juntos el éxito colectivo y personal.
- Dando siempre ejemplo personal.El otro bloque de ideas sobre la dirección que quisiera compartir con los lectores y las lectoras es fruto de mis años de experiencia en la coordinación de centros educativos y vienen a decir que cualquier proyecto de trabajo que se vaya a desarrollar desde la dirección debe partir de la situación actual para, tratando de conectar con los intereses y las aspiraciones de los distintos estamentos, promover un conjunto de propuestas que:
- Sean respetuosas con las creencias y las aspiraciones de cada uno de los sectores de la comunidad educativa, y proclives a decantar proyectos compartidos.
- Ayuden al profesorado, el alumnado, los padres y el personal no docente a resolver los problemas educativos que les afectan, facilitándoles la realización de sus proyectos.
- Faciliten apoyo y recursos para el aula, el estudio y el trabajo diario.
- Contribuyan a mejorar el funcionamiento de los equipos docentes, los departamentos y los demás órganos colegiados.
- Incidan sobre la mejora de la convivencia en el aula y en el centro, y sobre el aprovechamiento educativo de las clases.
- Permitan a toda la comunidad educativa participar e implicarse en la definición de los problemas del centro y en su solución.
- Faciliten la progresiva mejora del instituto en su conjunto así como la construcción de un proyecto de centro que propicie una comunidad educativa con un profesorado, un alumnado, unos padres y unas madres y un personal no docente más feliz, más satisfecho y, como consecuencia, más realizado, más motivado y más comprometido.
No es fácil componer un programa de trabajo que, inspirado en los principios anteriores, desarrolle en la práctica un conjunto de objetivos acorde. Complicado resulta, también, materializar los objetivos en un corto periodo de tiempo sin la colaboración de la mayoría de las personas implicadas y afectadas. En este sentido, conviene resaltar que cualquier programa de dirección debe concebirse como un proyecto cooperativo y dinámico. El programa de dirección de un centro debe entenderse, por tanto, como un marco de referencia con entidad y valor en si mismo, pero abierto a su revisión y a la incorporación de ideas y actuaciones que lo mejoren y lo acerquen a un proyecto de dirección compartido por la mayoría y, a ser posible por todas las personas que formamos parte de la comunidad educativa.
Los directores y las directoras necesitan medios para que las ideas de Fullan y las que surgen de las buenas prácticas de los directores, las directoras y el profesorado se puedan aplicar en función de la autonomía de los centros sin tanta burocracia administrativa ya que centros, directores, directoras y profesorado cuentan con la confianza de las administraciones y de la sociedad.
Por otra parte, creo que la mayoría de los docentes piensan que frente a la especialización de los centros y el “directivivismo administrativo y político”, gana por goleada la suma siguiente: (centros iguales) + (con profesionales bien formados y bien seleccionados) + (con profesorado suficiente y profesorado de apoyo) + (centros bien equipados) + (con profesorado cohesionado que trabaja en equipo y que está motivado y comprometido) + ……
0 comentarios:
Publicar un comentario